Fundado en 1972 por los padres de Sacha y situado en el barrio de Chamartín, Fogón y Botillería Sacha es un pequeño restaurante (40 comensales) con un encanto especial. Quizá el mismo venga porque su decoración tipo antiguo bistrot francés te hace sentir como en el comedor de tu casa, por el profesional trato de su jefe de sala Laureano López, por el amigable de Sacha, por su gastronomía, o por el conjunto de todo ello…

También hemos oido más de una crítica en cuanto a falta de amabilidad del resto de camareros , pero bueno, eso os lo dejamos a los que vayáis y podáis enviarnos vuestros comentarios.

Con influencias catalanas y gallegas por parte de padre y madre, Sacha nos ofrece platos tradicionales, sencillos y sabrosos, destacando la falsa lasaña de Txangurro, las milhojas de xoubas o la menestra de kokotxas. Y, para los segundos, su Brocheta de rape y langostinos, Villagodino al tuétano, butifarra con verduras plancha, raya a la manteca negra, y su tortilla de boquerones y piparras.

Dispone de una bodega cuidada y es imprescindible reservar. Además, para los que queráis cenar en las noches de verano os aconsejamos que reservéis en la terraza donde pasareis una velada inolvidable.