Referente a nivel nacional del producto estrella de Segovia como es el cochinillo asado, nos propusimos recorrer en la misma semana los 2 estandartes de la empresa, el Restaurante José María y la Bodega Pago de Carraovejas, puesto que el crecimiento y consolidación de ambos han ido siempre a la par, de la mano de José María Ruiz. Y la verdad es que, al igual que visitando la Bodega sabes que los vinos que vas a probar van a ser todos excepcionales, desde el momento que entras por la puerta del Restaurante, a su barra de bar, y ves el ambiente de tapeo, te das cuenta que allí se cuece algo bueno… Y ya en el comedor, una vez que pruebas alguno de sus platos, sabes que va a ser dificil que el resto de la carta te desilusione…

Nosotros pudimos corroborarlo, como no, con el cochinillo y, sobre todo, con unas mollejas de lechazo saltedas con Pedro Ximenez y brotes tiernos sencillamente magistrales. También probamos la ensalada de gallo ibérico escabechado con foie y de postre una riquísima tarta de ponche segoviano con helado y natillas. Nos hubiese gustado probar más platos, pero ya en el bar nos habíamos tomado unos vinos con su correspondiente tapeo y las raciones fueron muy abundantes como podéis ver en las fotos de las mollejas y la ensalada, así que en otra ocasión será…

El precio a unos 46 euros por persona, con una botella del vino de la casa (Pago de Carraovejas Autor, por cierto, único local donde se puede probar este vino, ya que no está a la venta ni siquiera en la Bodega, se hace exclusivamente para el José María) y cafés. Para nosotros, un precio acorde a la calidad y la cantidad. El personal muy atento y amabilísimo, lo cual es de agradecer en locales que están siempre llenos. Por cierto, no os olvideis reservar con antelación, a pesar de su gran aforo. Volveremos.