De vuelta hacía tierras castellanas desde nuestra andadura por Galicia, paramos a comer en un sitio que teníamos pendiente y del que nos habían hablado muy bien, el restaurante La Posada de las Misas en Puebla de Sanabría.

La verdad que no podíamos poner mejor broche a nuestra escapada gastronómica. El lugar superó con creces nuestras expectativas. Un restaurante con platos elaborados, una opción diferente a la clásica gastronomía de La Puebla, pero sin olvidar en su carta lo tradicional del lugar, simplemente, dándolo un toque más innovador. Y, no menos importante, con unos precios muy ajustados, que hacen que la relación calidad/precio sea de sobresaliente.

Nosotros nos decidimos por unas delicias de setas, que consistían en unas croquetas con una bechamel en su punto justo con un sabor buenísimo, sobre una crema de setas, todo ello presentado individualmente y de manera muy original en un tarro de cristal con tapa. Seguimos con un Foie de pato con piñones y pasas al Oporto y unos rollitos de cecina rellenos de foie y membrillo, ambos platos de quitarse el sombrero y terminamos con unas carrilleras de ternera guisadas que se deshacían en la boca para compartir entre dos. Como postre, aunque ya estábamos llenos, nos pedimos una torrija de la abuela, si bien vimos en las mesas contiguas otros con una pinta también estupenda. Todo ello acompañado por cerveza y cafés por 26 € por persona.

El servicio profesional y amable y con unas vistas desde el comedor a través de una gran cristalera que da a la terraza vislumbrando un paisaje espectacular del rio Tera, que daban ganas de quedarse allí a tomarse un Gin Tonic, pero había que conducir…, la próxima vez será porque volveremos seguro…