Situado en uno de los rincones más bellos del bonito pueblo de Medinacelli, Santiago y Mónica nos ofrecen un denominador común, la calidad de la materia prima que cada estación nos proporciona encuadrada dentro de una cocina tradicional castellana y vasca con unos toques de creatividad.

De entrantes nos ofrecen algunos como  migas castellanas con antojos,  callos a la madrileña, alcachofas estofadas con huevo poch, Revuelto de boletus edulis…

Para el plato principal podéis probar las riquísimas carrilleras de ternera al vino tinto con parmentier, el  rulo de cochinillo confitado, magret de pato con salsa de frutos del bosque…

Sus especialidades son el cabrito asado con patata panadera y el bacalao club ranero.

Los postres son caseros, entre los que destaca el brownie de chocolate con helado y la tarta tatín con crema inglesa.

Su bodega es  correcta y ajustada de precio.